¿Se animaría a comprar un departamento de cuarenta metros cuadrados? ¿Sería capaz de organizar su vida cotidiana en este espacio? Muchos limeños, jóvenes y sobre todo solteros, responderían que sí. Se trata de la última tendencia inmobiliaria en la capital. ¿Pero qué entra en cuarenta metros? Pues un dormitorio, una mini cocina-comedor, una salita, un baño y hasta una pequeña terraza.
El edificio tiene veinte pisos, pero el departamento que buscamos está en el piso quince. Desde la puerta distinguimos un kitchenette (minicocina), una barra que hace las veces de mesa y a la mano derecha una discreta área de lavado escondida por una puerta corrediza.

A la derecha descubrimos dos puertas. Una lleva al baño y la otra al dormitorio. Nosotros seguimos en la sala. Llama la atención una mampara que da acceso al balcón. Y este último a su vez se conecta a través de una puerta con el dormitorio. Cabe una cama de plaza y media, un pequeño escritorio y el 'walk in closet'.
Esta distribución del espacio se repite, con algunas ligeras variantes, en muchos de los complejos habitacionales de más de 200 viviendas que se construyen en Lima. Son departamentos que oscilan entre 38m2 y 42m2 , y los buscan solteros o parejas jóvenes que desean tener su primera vivienda. El valor de estas viviendas varía. Las hay de S/. 176 mil en Santa Beatriz o de S/. 211 mil en Barranco.
Pese a que la demanda por estas viviendas va en aumento, la oferta aún es limitada. Si bien los departamentos se reducen en tamaño y diera la impresión de son una "caja de fósforo", otro factor que están desarrollando las inmobiliarias para hacer atractivos sus proyectos son las llamadas áreas comunes. En Barranco, la constructora Ciudaris ofrece una sala para niños, gimnasio, área de parrilla, salón social y hasta un pequeño parque interno.
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