En diálogo con LA PRIMERA, Quispe indicó que en Lima no existe la planificación urbana y precisó que

“Ahora son pocas las empresas que respetan las áreas verdes o que ponen dentro de sus construcciones a éstas, lo que debería ser para contrarrestar la contaminación”, sostuvo el especialista.
Además, aseguró que así como la cantidad de edificaciones va incrementándose sin un control o cualquier tipo de requerimiento limitable, también ahora se está dejando de lado la calidad en los servicios principales como agua, luz y desagüe.
Según un estudio de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco) en Lima, las tierras urbanas disponibles son para desarrollos privados o para el programa público Mi Vivienda para la clase media. El costo de los terrenos para construir vivienda en Lima, entre 2006-2011, se cuadriplicó.
Asimismo, la venta de viviendas entre agosto del 2010 y julio del 2011 se disparó en un 47%. La oferta al 2011 de departamentos en distritos como Carabayllo y Puente Piedra, tenía un precio promedio de 58,437 dólares, siendo que el más barato costaba 15,429 dólares muy por encima del tope de Adquisición Vivienda Nueva (AVN) (9,245 dólares). En Lurín el precio promedio de un departamento era de 35,196 dólares.
“Esto demuestra que esto va incrementándose poco a poco, llegando a ser inalcanzable para las personas de bajos recursos, y que desde ese entonces inició una baja en inversiones en vivienda desde el Estado”, señaló.
Asimismo, en el registro del Ministerio de Vivienda, en cuanto a monto de dinero de crédito desde el programa Mi Vivienda en el 2011, fue en número de créditos (8,888), en monto en soles (904,889, 714); en el 2012 (hasta junio) numero (4,621), monto (488, 896,516).
“Estamos creciendo verticalmente y no horizontal como antes lo era. Está empezando a existir mayor presencia de inmobiliarias en los conos de Lima, por ejemplo los distritos de Lima Norte están sufriendo cambios positivos para los sectores que pueden acceder y para las inmobiliarias, mas no para los de bajos recursos”, enfatizó.
Así, propuso tanto a la Municipalidad de Lima como al mismo Estado, crear y promover programas para apoyar a un crecimiento inclusivo o poner en marcha una serie de requerimientos a las empresas inmobiliarias para conseguir una construcción inclusiva. “Políticas inclusivas en el sector vivienda para que haya crecimiento igualitario y que en terrenos públicos construya viviendas para los más pobres y las venda a precios cómodos y cuotas accesibles para los más pobres sería una forma de asegurar su vida fuera de los cerros”, explicó. Fuente: Diario La Primera
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