El ingeniero geólogo del Colegio de Ingenieros de Lima, Oscar Saco Rodríguez, conversó con Terra Perú sobre el incidente producido en el malecón, así como de la situación de las zonas aledañas, donde un equipo técnico mixto de ingenieros estructuralistas realizará una evaluación, según informó la Municipalidad de Miraflores.

El poder de la naturaleza
“Hay que tener en cuenta que esa zona de la bajada y el malecón Balta, así como Armendáriz, albergaban un antiguo canal de agua perteneciente al Río Rímac. Se trata de suelos aluviales (donde alguna vez circuló agua por ellos). Si hacemos un experimento y en un vaso se coloca agua, arena, piedras, arcilla y luego se calienta, el líquido se evaporará y el volumen que tenía se reducirá. Eso es lo que sucede en muchas zonas de Lima. Hay explicaciones naturales para las cosas que ocurren, como esta”, afirma Saco Rodríguez.
Para el especialista, la presencia de árboles y plantas de raíces fuertes ayudan al fortalecimiento del suelo y que ese debería ser un punto a tomar en cuenta, además del reforzamiento de estructuras antiguas.
“Hay zonas tanto de la bajada y el malecón Balta que no están protegidas. Hay que reforestarlas. Se debe apostar por plantas (como el molle o la retama) y árboles de tienen raíces que penetran en el suelo y le dan cohesión. La reforestación y el reforzamiento de las estructuras son importantes”, señala el experto.
Construcciones bajo observación
Saco Rodríguez refiere que las construcciones que se vienen realizando en las zonas cercanas al derrumbe, así como las antiguas, deben ser revisadas, pues podrían haber aportado al colapso producido ayer en Miraflores.
“Se debe examinar en qué condiciones se encuentran los sistemas de agua y desagüe de las edificaciones del lugar. Toda obra civil, cada cierto tiempo, debe ser revisada. Además, las conexiones para agua en los nuevos edificios manejan mayor volumen de desplazamiento y no se tienen en cuenta esos detalles”, afirma.
“También se debe tomar en cuenta qué capacidad tiene el suelo de esa zona para soportar construcciones grandes como la que se viene realizando justo al frente de donde ha ocurrido el derrumbe. Cuando se realiza una construcción se debe examinar el suelo para determinar, por ejemplo, la altura que debe tener esa edificación. Pero a veces los técnicos no escuchan las recomendaciones”, añade.
Los acantilados y malecones de la Costa Verde
Para Saco Rodríguez, los acantilados y malecones de la Costa Verde pueden ser considerados en permanente riesgo por la naturaleza de sus suelos que, al ser aluviales, van cambiando con el tiempo. Si a esto se le suma el peso de construcciones pegadas al borde que se realizan, el peligro es mayor.
“En la Costa Verde hay construcciones que se están levantando que están en riesgo. Hay posibilidades de asentamiento, de que el peso de estas edificaciones provoque hundimientos. Para construir cerca de un acantilado se debe dar un margen de 10 o 15 de metros con respecto al borde”, afirma el ingeniero geólogo.
“En un estudio que se ha realizado en la Costa Verde se concluyó que debe reforestar para prever derrumbes y proteger y darle consistencia al suelo. Por ello, en las municipalidades debe haber geólogos, expertos que conozcan el suelo de Lima y tengan la capacidad de dar las recomendaciones exactas para las construcciones”, finalizó. Fuente: terra.com.pe
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